La adoración en la Biblia

Uno de los asuntos más controversiales en las congregaciones cristianas de hoy es los estilos de adoración. Los que crecieron cantando los himnos tradicionales, más que nada los miembros de más edad de la congregación, frecuentemente se confunden y sienten incómodos con la letra y los ritmos contemporáneos que prefieren sus hermanos en Cristo más jóvenes. Casi siempre es difícil para los creyentes más jóvenes, que han crecido en un intenso y variado ambiente cultural, comprender la música y los himnos que para ellos son arcaicos. Tales diferencias en gustos musicales muchas veces son generacionales, pero no siempre. Algunos hermanos mayores prefieren la música contemporánea; de vez en cuando, los jóvenes buscan una iglesia con música más tradicional.

Cuando una iglesia trata de resolver estas preferencias adoptando exclusivamente uno u otro estilo, o al tratar de mezclar ambos, surgen conflictos. El término popular “worship wars” [tensión por los estilos de adoración] sin duda es muy fuerte, pero los problemas que hay en muchas congregaciones a veces lo hace aparecer acertado. Con demasiada frecuencia, las iglesias se dividen debido a este asunto, o muchos se van a una iglesia que tenga un estilo de adoración que sea más de su agrado. Como resultado, el cuerpo de Cristo se debilita y pierde su sentido de misión.

El propósito de este documento no es abogar por cierto estilo en particular. Más bien, es un esfuerzo de presentar para todos los sinceros adoradores lo que las Escrituras dicen acerca de la adoración. ¿Cómo se define bíblicamente la adoración? ¿Cuáles son las implicaciones para la  salud y la estabilidad de las congregaciones locales?

Términos que definen la adoración

La adoración es el acto de expresar reverencia y respeto a Dios. Comprende la actitud del corazón como también prácticas rituales privadas y públicas, individuales y corporativas. No se limita a ciertos componentes de una reunión religiosa, como oraciones, cantos, números especiales, predicación, y otros. Tampoco se limita a las reuniones religiosas.

La teología bíblica siempre se debe establecer por medio de palabras y conceptos propios del hebreo, arameo, y griego, que se hallan en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento. En este caso, la palabra en español “adoración” parece propia para describir la debida relación de los seres humanos con su Dios Creador como enseña la Escritura. No obstante, el entendimiento y la práctica de la adoración cristiana se debe formar primero por el estudio del texto bíblico.

Términos para “adoración” en el Antiguo Testamento

Aunque en el Antiguo Testamento hay varias palabras hebreas para “adoración”, tres son particularmente significativas.1

Hāwâ. El más significativo es el verbo  hāwâ, que aparece 173 veces y que principalmente significa “inclinarse” voluntariamente ante seres humanos, ídolos, o Dios. En la descripción de un acto religioso específico, el término aparece 110 veces. Por ejemplo, cuando Abraham corrió al encuentro de los visitantes en Génesis 18:2, “se postró en tierra”.2

En referencia a los dioses paganos, Jehová había mandado: “No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso…” (Éxodo 20:5). No obstante, los desobedientes israelitas a igual que los paganos adoraban ídolos. De modo que más de la mitad de los incidentes de adoración religiosa en el Antiguo Testamento son, en realidad, a deidades paganas. Cuando el rey Amasías de Judá derrotó a los edomitas, confiscó sus dioses y “los puso ante sí por dioses, y los adoró, y les quemó incienso” (2 Crónicas 25:14).

La debida adoración del Dios de Israel se halla en amonestaciones como el Salmo 29:2: “Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; adorad (hāwâ) a Jehová en la hermosura de la santidad”, y el Salmo 95:6: “Venid, adoremos (hāwâ) y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor”. La verdadera adoración también incluye alabanza. “Después dijo David a toda la congregación: Bendecid ahora a Jehová vuestro Dios. Entonces toda la congregación bendijo a Jehová Dios de sus padres, e inclinándose adoraron (hāwâ) delante de Jehová y del rey” (1 Crónicas 29:20).

Yārē’. El verbo yārē’, que aparece 317 veces, puede denotar terror hacia los humanos o los dioses pero también respeto reverencial y adoración del Dios de Israel. Por consiguiente, Jehová dice a Moisés que no tenga “temor (yārē’)” de Og, rey de Basán (Deuteronomio 3:2). Sin embargo, a Israel se le ordena: “A Jehová tu Dios temerás (yārē’), y a él solo servirás” (Deuteronomio 6:13).

‘Ābad. El verbo ‘ābad, que aparece 290 veces, significa esencialmente “servir” y se usa en la vida pública y religiosa. El concepto de servir a Dios y de adorarlo tiende a tener el mismo significado. Por consiguiente, en Éxodo 3:12, Dios dice: “Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis (‘ābad) a Dios sobre este monte.” En Malaquías 3:18 dice: “Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve (‘ābad) a Dios y el que no le sirve.”

 

Términos para “alabanza” en el Antiguo Testamento

Las palabras asociadas con “alabanza” se usan tan frecuentemente en el Antiguo Testamento como las palabras por “adoración” que hemos visto arriba.

Bārak. El verbo bārak se halla 327 veces y generalmente se traduce “bendecir”. Tiene que ver con la bendición que se da a otra persona, la bendición de Dios sobre su pueblo, y el pueblo que bendice a Dios. Por ejemplo: “Así te bendeciré (bārak) en mi vida; en tu nombre alzaré mis manos” (Salmo 63:4).

Halāl. El verbo halāl se usa 146 veces, mayormente en los Salmos, y significa “alabar, gloriar, [o] exaltar”, y generalmente se refiere a la alabanza a Dios, muchas veces en conjunción con música y cantos. “Alabaré (halāl) a Jehová en mi vida; cantaré salmos a mi Dios mientras viva” (Salmo 146:2; cf. 149:1; 150).

Yādâ. El verbo yādâ, usado 111 veces, significa “alabar, (dar) gracias, [o] confesar” en reconocimiento de su persona y obra. La mayoría de las referencias se hallan en los Salmos. Por ejemplo, el Salmo 106:1: “Alabad (yādâ) a Jehová, porque él es bueno; porque para siempre es su misericordia” (cf. Salmos 107:1; 136:1-3,26).

Términos para “adoración” en el Nuevo Testamento

El Nuevo Testamento en griego cuenta con una palabra básica para “adoración” pero hay varias otras que se usan de vez en cuando.

Proskyneō. Usado 60 veces, proskyneō es el verbo clave en griego para “adorar”. Significa “postrarse en adoración de alguien o algo” y parece que originalmente significaba “besar” a una deidad (lo cual requeriría postrarse o inclinarse ante el ídolo).3 Tal adoración propiamente debe ser dirigida solo a Dios o Jesús. Por consiguiente, el hombre ciego de nacimiento, sanado por Jesucristo, respondió: “Creo, Señor” y “le adoró (proskyneō)” (Juan 9:38).

Por cierto, proskyneō a veces se usa para denotar reverencia a seres humanos, ídolos, demonios, o Satanás. Pero al solicitarse dicha adoración (Apocalipsis 9:20; 13:4,8,12), se usurpa aquello que justamente le pertenece a Dios.4

Latreuō. El verbo latreuō se usa 21 veces para denotar servicio orientado a lo religioso, sea a Dios o a ídolos. En el sermón de Esteban, Dios dice de la cautiva nación de Israel: “Después de esto saldrán [de Egipto] y me servirán (latreuō) en este lugar [Sinaí]” (Hechos 7:7; véase también Hebreos 9:14; 12:22-28). Más tarde, debido a la desobediencia de ellos, Dios “los entregó a que rindiesen culto (latreuō) al ejército del cielo” (Hechos 7:42).

Sebō. El verbo sebō, que también significa “adorar”, se halla 10 veces en el Nuevo Testamento; incluye los conceptos de reverencia y respeto. Un ejemplo es Mateo 15:9: “Pues en vano me honran (sebō), enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.” La observación de Pablo en Romanos 1:25 utiliza éste y el término anterior: “Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando (sebō) y dando culto (latreuō) a las criaturas antes que al Creador.”